















No siempre entendí el poder del yoga. Me tomó tiempo, práctica y mucha paciencia.
Pero una vez lo encontré, fue pura magia.
Esta práctica me enseñó a conectar mi respiración con el movimiento, a escuchar a mi cuerpo con más compasión, y sobre todo, a estar presente.
Con el tiempo, el yoga dejó de ser solo una práctica sobre el mat y se convirtió en una forma de vivir.
He aprendido a honrar mi cuerpo (aunque me costó), a observar mis pensamientos, a reconocer mis deseos, mis límites y mis emociones.
Y también he aprendido —y sigo aprendiendo— el arte de aceptarme, tal como soy.
Aunque amo practicar, lo que más me llena el alma es compartir el yoga con otros.
Guiar a alguien hacia una pausa, un suspiro, una emoción liberada o una sonrisa desde adentro,
es algo que me conmueve cada vez.
El yoga es una puerta hacia ti.
Y yo estoy aquí para acompañarte a cruzarla. A tu ritmo. A tu manera.
​
--------------------------------------------------------------------------
​
Tu cuerpo guarda todo lo que vives.
El estrés, la tensión, el cansancio, las emociones... todo se acumula y muchas veces no sabemos cómo liberarlo.
A través de sesiones privadas de yoga y respiración consciente, te acompaño a soltar lo que el cuerpo retiene, a calmar tu sistema nervioso y a volver a tu centro.
No necesitas experiencia previa, ni tener "flexibilidad". Solo necesitas querer estar presente.
